Combustible F1: cuál se usa y características
¿Gasolina de toda la vida?
Un Fórmula 1 a día de hoy es propulsado por gasolina. Sí, es la gasolina que todos conocemos y que utilizamos en los vehículos convencionales, pero no es exactamente igual al convencional. De hecho, la gasolina comercial no sería capaz de arrancar el motor.
Hay que tener en cuenta que la F1 tiene motores turbo de 1.6 litros con 1000 CV. A pesar de la reducción de un tercio del consumo de combustible por el abandono del V8 y el uso de ERS (unidad de potencia híbrida), aún necesita una gasolina especial para funcionar por su elevada potencia.
¿En qué se diferencia del combustible convencional?
Un Fórmula 1 necesita llegar a unas 19.000 RPM en cada carrera, algo que es imposible de lograr con la gasolina convencional. El combustible de la F1, es un 99% idéntico al convencional, pero ese 1% es lo que marca la diferencia.
Al contrario que en el estándar, no tiene aditivos para adaptarlo al uso diario. Es una gasolina prácticamente pura, que permite manejar esas revoluciones elevadas que un coche de calle no puede mantener.
Súpergasolina para volar:
La gasolina que se utiliza en la Fórmula 1 es de elevado octanaje. En realidad, es similar a la gasolina premium que se puede encontrar en la gasolinera, con octanajes de entre 95 y 102, aunque con una mezcla más controlada.
Esa mezcla está hecha para obtener un rendimiento superior en ciertas condiciones meteorológicas y en ciertos circuitos. Cada competidor tiene hasta 5 fórmulas para toda la temporada y 2 fórmulas diferentes para cada evento. Los suministradores de carburante de F1 darán una muestra en cada carrera para asegurarse que cumple la normativa. Los inspectores pueden comprobar fácilmente si se ha utilizado el combustible correcto en la carrera.
Aunque no es habitual el incumplimiento de la norma, sí que hay algún caso. El más reciente data de 1997, cuando el piloto Mika Häkkinen de McLaren perdió su podio (tercer puesto) en el GP de Bélgica por utilizar una fórmula incorrecta de combustible. McLaren también estuvo involucrado en otra trampa en el 76, saliendo los últimos por utilizar demasiado octanaje (le pasó lo mismo a Team Penske).
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El Fernando Alonso más Ecológico
Desde hace años, se busca llegar a la neutralidad en emisiones de carbono. La Fórmula 1 no está exenta de este objetivo, ya que buscan un objetivo de cero emisiones de cara al año 2030, buscando ser pionero en este aspecto.
Los primeros cambios llegarán en el año 2026, con algunos cambios en la motorización y en otros aspectos para conseguir cumplir el Acuerdo de París. En primer lugar, se aumentará la cantidad de energía eléctrica en un 50% y se mejorará la aerodinámica en un 20-30%, para requerir menos energía y seguir manteniendo la velocidad y emoción.
El uso de una mayor cantidad de energía eléctrica bajará los 100 kg de gasolina por carrera actuales hasta 70 kilos; todo ello sin perder 1000 CV de potencia en el motor. Para lograrlo, se trabaja en mejorar el motor MGU-K o “motor generador de energía cinética”, que transforma la energía de frenado en electricidad.
También se eliminará el motor de energía térmica (MGU-H), que transforma los gases en energía eléctrica. El resultado final es un motor híbrido que usará un 50% de energía eléctrica y un 50% de combustión, siendo así más simple y eficiente.
Eso sí, la verdadera revolución es el combustible de F1 que se usará ese año. Se buscará que se utilice el llamado EFuel. Basado en Etanol, será creado en un laboratorio a partir de biomasa y desechos municipales. El objetivo es conseguir la misma densidad energética del combustible fósil, pero siendo más respetuoso con el medio ambiente.
Si se consigue, las emisiones de carbono serán neutrales, es decir, que se emitirá el mismo contenido de carbono a la atmósfera que el que se ha extraído para producir el combustible. Es más, incluso podría reducir la huella de carbono de la atmósfera gracias a la captura del CO2 de la misma. Las propias escuderías producirán el combustible, adaptado al motor de cada una y cumpliendo con la normativa.
Además, hay otros desafíos a cumplir en la F1, además de los combustibles para que sea un deporte verde. Por ejemplo, las baterías deberán reciclarse correctamente al terminar su vida útil.
Al mismo tiempo, la contaminación de la F1 también se debe a otros aspectos como viajes y reuniones, emisiones de la factoría y viajes a los eventos. De hecho, solamente el 0,7% es cosa de los coches. Por este motivo, debe centrar sus esfuerzos en reducir las emisiones en los viajes y en las fábricas, utilizando también fuentes de energía respetuosas en estos aspectos para conseguir que sea un deporte verde al 100%.