Diferencias entre etiqueta eco y cero emisiones
Descubre las claves que diferencian las etiquetas eco y cero emisiones: dos distintivos esenciales para el cuidado ambiental y la movilidad sostenible.
¿Qué es la etiqueta ECO?
La etiqueta ECO es un distintivo ambiental creado para identificar a aquellos vehículos que, gracias a sus tecnologías, tienen un impacto medioambiental reducido en comparación con otros automóviles. Este tipo de etiqueta se otorga principalmente a vehículos híbridos (tanto híbridos no enchufables como híbridos enchufables con una autonomía eléctrica menor) y vehículos propulsados por gas (tanto gas natural como GLP).
La finalidad de la etiqueta ECO es incentivar la adquisición y uso de vehículos más respetuosos con el entorno, ofreciendo a los conductores ciertos beneficios como descuentos en tasas de estacionamiento en zonas reguladas o acceso a áreas restringidas durante episodios de alta contaminación.
Además, los vehículos ECO son una excelente opción para quienes buscan reducir su huella de carbono, pero aún necesitan la flexibilidad de un motor de combustión para viajes largos o porque no tienen fácil acceso a puntos de recarga.
¿Qué es la etiqueta CERO?
Por otro lado, la etiqueta CERO está destinada a vehículos que pueden considerarse como el estándar de oro en términos de respeto por el medio ambiente. Esta categoría incluye a los vehículos eléctricos puros (BEV), los vehículos de hidrógeno (FCEV) y los híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía en modo eléctrico superior.
Los vehículos con etiqueta CERO son aquellos que, durante su uso, no emiten dióxido de carbono ni otros contaminantes a la atmósfera. Los poseedores de este distintivo gozan de mayores ventajas, como acceso libre a zonas de bajas emisiones en ciudades, exención total o parcial del pago de impuestos de circulación y uso de carriles VAO independientemente de su ocupación.
Principales diferencias entre etiqueta ECO y CERO: ¿cuál es mejor?
Las diferencias entre etiqueta ECO y CERO radican principalmente en el tipo de tecnología de propulsión del vehículo y su impacto ambiental. ¡Pero veámoslo de forma más detallada!
Impacto ambiental y eficiencia energética
- Etiqueta ECO: Los vehículos con esta etiqueta son diseñados para ser más eficientes que los coches convencionales, gracias a su capacidad para alternar entre combustibles fósiles y energía eléctrica (en el caso de los híbridos) o por utilizar combustibles menos contaminantes como el gas natural. Esto reduce la cantidad de CO2 y otros contaminantes emitidos en comparación con los vehículos tradicionales de gasolina o diésel. Son una excelente opción intermedia que combina tecnología más limpia sin depender completamente de la infraestructura de recarga eléctrica.
- Etiqueta CERO: Estos vehículos representan la vanguardia en términos de reducción de impacto ambiental. Al operar sin combustibles fósiles (en el caso de los eléctricos puros) o minimizar su uso (como en los híbridos enchufables con alta autonomía eléctrica), los vehículos CERO eliminan o reducen drásticamente las emisiones contaminantes. Son la mejor opción para aquellos comprometidos al máximo con la protección del medio ambiente y que tienen acceso a infraestructura para recargar o repostar sus vehículos.
Acceso y beneficios en zonas urbanas. ¿Por dónde puede circular cada uno?
Tanto los vehículos ECO como los CERO ofrecen beneficios significativos en zonas urbanas con restricciones de tráfico para reducir la contaminación. Sin embargo, los vehículos CERO suelen recibir más beneficios, como mayor acceso a zonas restringidas, exención total o descuentos en tasas de estacionamiento y peajes urbanos, dada su mínima o nula emisión de contaminantes.
Autonomía y usabilidad
- Vehículos ECO: La dualidad de sistemas de propulsión en los híbridos (HEV y PHEV) permite una gran flexibilidad. Puedes utilizar el motor eléctrico para viajes cortos y evitar emisiones, y el motor de combustión en viajes largos donde la infraestructura de recarga eléctrica podría no ser suficiente. Esto los hace muy versátiles, especialmente para aquellos que no quieren depender totalmente de la disponibilidad de puntos de recarga.
- Vehículos CERO: La autonomía de los vehículos eléctricos ha aumentado significativamente, haciendo que los viajes largos sean más factibles que nunca, aunque todavía requieren una planificación cuidadosa para asegurar la disponibilidad de estaciones de recarga. Para los híbridos enchufables con alta autonomía eléctrica, este problema es menos acuciante, pero sigue siendo un factor a considerar. La movilidad con estos vehículos es ideal para la ciudad y para quienes pueden adaptar su rutina a la recarga de sus vehículos.
Consideraciones financieras
- Incentivos y subvenciones: Ambos tipos de vehículos pueden ser elegibles para incentivos gubernamentales o locales, como subvenciones para la compra, reducción en el impuesto de matriculación o el IVA. Sin embargo, los vehículos CERO a menudo pueden acceder a incentivos más generosos debido a su menor impacto ambiental.
- Costo de mantenimiento y operación: Los vehículos eléctricos y, en menor medida, los híbridos enchufables, suelen tener costos de operación y mantenimiento más bajos en comparación con los vehículos convencionales, gracias a la menor cantidad de partes móviles y al menor costo de la electricidad frente a los combustibles fósiles.
¿Cómo saber qué etiqueta tiene mi vehículo?
Si estás interesado en saber qué etiqueta ambiental corresponde a tu vehículo, el proceso es bastante sencillo. En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) es la entidad encargada de clasificar los vehículos según su impacto ambiental y emitir las correspondientes etiquetas ECO y CERO.
Para consultar la etiqueta de tu vehículo, puedes acceder a la página web de la DGT e introducir el número de matrícula de tu coche en el buscador de etiquetas ambientales. También es posible realizar esta consulta en algunas estaciones de ITV o en talleres autorizados.
Es importante tener en cuenta que la obtención de una etiqueta ECO o CERO no solo depende del tipo de combustible o tecnología de propulsión del vehículo, sino también de otros factores como el año de matriculación y las especificaciones técnicas del motor. Por ello, es recomendable consultar fuentes oficiales para obtener información precisa y actualizada sobre la etiqueta que corresponde a tu vehículo.