Dónde comer de Zaragoza a Madrid?
¿Cómo ir de Zaragoza a Madrid?
Si vas a ir desde Zaragoza hasta Madrid, debes coger la autovía A-2. Saldrás por la E-90 y pasarás por municipios como Calatayud y Medinaceli. A la altura de Alcolea del Pinar, y cerca de municipios como Sigüenza, te incorporas a la A-2, pasando por Guadalajara y Alcalá de Henares, hasta llegar a la capital.
Esta ruta pasa por multitud de localidades, lo que hace fácil el encontrar un buen restaurante para parar a comer. Recorrerás 322 kilómetros en 3 horas y 20 minutos de viaje aproximadamente, así que es buena idea parar a mitad de camino aproximadamente.
¿Dónde parar de Zaragoza a Madrid? Los 5 mejores sitios para comer
Vamos a ver dónde comer de Zaragoza a Madrid en 5 restaurantes para todos los gustos. La mayoría pillan de camino y apenas hay que desviarse, así que no te llevará mucho tiempo hacer la parada y proseguir tu camino.
Cafetería Restaurante Toño’s
Pasando Calatayud y antes de llegar a Medinaceli, tenemos la pequeña localidad de Ariza. Con tan solo 1000 habitantes, es uno de esos pueblos con encanto, muy rústicos y con mucha tranquilidad en la vega del Jalón. Lo mejor es que pilla de camino y no hay que desviarse.
Si paras allí, visita la cafetería restaurante Toño’s, señalada por los internautas como uno de los mejores sitios para comer de camino. Tendrás comida casera incluyendo platos como huevos, flanes, alitas, revueltos de todo tipo, gazpacho, etc. Lo mejor es el servicio, la cercanía y el precio razonable, algo que hace que los visitantes siempre repitan.
Asador San Ramón
El cuarto municipio más poblado de Zaragoza es Calatayud. Con 20.000 habitantes, tiene numerosos edificios y lugares emblemáticos, como el recinto fortificado árabe, la colegiata de Santa María la Mayor, la Real Colegiata del Santo Sepulcro o las ruinas romanas de Bílbilis. Por ello, es una parada obligatoria en el viaje si aún no lo conoces.
Uno de los mejores sitios para comer es el Asador San Ramón. De nuevo, tendrás comida casera con platos como canelones de setas, migas, solomillos, costillas, carnes a la brasa y numerosos postres. Quizá el precio es más caro que el anterior, pero los internautas están contentos y lo suelen visitar a menudo.
Casa Adrián
Si tienes prisa por el viaje y no quieres parar en algún pueblo, todavía tienes la opción de comer algo de camino. En el km 117 de la ruta, a la altura de Torremocha del Campo, tendrás un área de servicio del mismo nombre y un restaurante llamado Casa Adrián.
Este lugar está especializado en comida casera, parrillas, ensaladas, pescados, vino y postre. También puede servir si quieres comprarte un bocadillo si tienes mucha prisa. Si lo prefieres, tienes un menú del día a buen precio.
Carlos Mary
Sin duda, Medinaceli es una de las mejores poblaciones para parar de Zaragoza a Madrid. Habitada desde la época romana, tiene un arco romano que lo prueba. Asimismo, tiene otros monumentos y edificios antiguos que han sobrevivido, como el castillo, la colegiata, el palacio ducal, sus museos y otros lugares históricos.
Si paras aquí y quieres comer, visita el Carlos Mary. Los internautas lo destacan como un buen sitio de bocadillos, de alta calidad, buenos precios, postres caseros y raciones generosas de buena calidad. Además, se destaca la relación calidad/precio y la abundancia, así que será perfecto para los más gourmet que no quieran rascarse el bolsillo.
Restaurante el Paradero
Para comer de Zaragoza a Madrid, puedes hacerlo en el pueblo de Paniza. No está exactamente en la ruta, así que tendrás que coger un pequeño desvío en Almunia de Doña Godina y seguir 5 km para llegar. Habitado desde los tiempos de los Íberos, Paniza tiene patrimonio histórico, con la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles y la Ermita de Santa Quiteria a las afueras.Hoy en día, es un pequeño pueblo de 600 habitantes, para hacer una parada tranquila y perderse en sus calles.
Allí encontrarás el restaurante el Paradero, uno de los mejor valorados para parar de camino. Tiene fama de ser un buen sitio de comida casera, platos típicos de la zona como el vino autóctono de garnacha, tempranillo, cariñena y moristel; migas, ternasco, rabo de toro, alcachofas con jamón, huevos rotos, ensaladas variadas… Todo ello a buen precio, especialmente si viajas de lunes a viernes, con raciones de calidad y muy abundantes.