¿Cómo poner la caldera en modo invierno?

Con la llegada del frío, las calderas empiezan a ponerse en funcionamiento y es indispensable saber si están en el modo correcto.

¿Qué es el modo invierno de la caldera?

Con la llegada del frío, hay que poner a punto las calderas y hacer los cambios pertinentes para que funcionen correctamente. Uno de los cambios que se deben llevar a cabo, es poner la caldera en modo invierno.

La mayoría de sistemas de calefacción cuentan con diferentes programaciones o modos de usuario, en función de la época del año en la que te encuentres. Cada una de ellas tiene unas características diferentes, en las que se definen distintos parámetros y funciones, dependiendo de si es verano o invierno. Si esta configuración no se va cambiando, cabe la posibilidad de que en pleno verano te encuentres que los radiadores están calientes o completamente fríos en invierno.

En la mayoría de sistemas de calefacción, la forma de cambiar este modo es muy sencilla a la par que intuitiva. Todos tienen un botón con acceso directo a dicha configuración, en el menú te aparecerán las temporadas, y únicamente deberás seleccionar la que deseas. Además, siempre van acompañados de los símbolos del hielo y el sol para que sea mucho más fácil.

Algo que sí debes tener en cuenta es que, en función del fabricante, puede que tengas diferentes símbolos y que no para todos signifique lo mismo. Llegado el caso, y para evitar cualquier tipo de problema, siempre consulta el manual de instrucción o llama directamente a la empresa que te lo instaló para que te resuelva cualquier tipo de duda que te pueda surgir al respecto.

Cómo preparar la caldera en modo invierno

A la hora de preparar la caldera para el invierno, hay varias comprobaciones que deberías llevar a cabo para asegurarte de que funciona correctamente.

  1. Haz una limpieza a fondo. La correcta limpieza de todas las partes de la caldera es fundamental, desde las carcasas exteriores hasta las rejillas de ventilación. Esto lo puedes realizar con un trapo húmedo y un poco de jabón. En otras partes, como puede ser el ventilador y el quemador, es más recomendable usar un cepillo de cerdas suave para que no estropee las piezas más delicadas.
  2. Revisa los conductos del gas. Lo principal para saber que funciona bien es verificar que está conectado a la caldera y que la llave de paso esté abierta.
  3. Comprueba que está enchufada correctamente a la electricidad.
  4. Enciende el sistema. Mientras empieza a ponerse en marcha de nuevo el sistema, verás que en la pantalla empiezan a aparecer muchos dígitos. Esto significa que está midiendo el nivel de presión y de la temperatura. 
  5. Comprueba la presión de la caldera. La correcta presión que debería marcar estaría entre 1,3 y 1,5 bares. Si esta no es la presión que indica, debes regular la llave de llenado de la caldera hasta que tenga el nivel que le corresponde. Al realizar este cambio, escucharás un sonido que indica que el líquido está accediendo al sistema y en la pantalla verás cómo varía. Algo que deberías hacer antes de cambiar la presión de la caldera es purgar los radiadores. Este proceso lo tienes que realizar dos veces y es muy sencillo. Hay que aflojar el tornillo para que se expulse el aire que se haya quedado acumulado en el interior. Cuando empiece a salir agua de manera seguida, ya estarán listos. Al llegar a ese punto, podrás cerrar la llave y comprobar que la presión es la correcta.
  6. Llevar al día las revisiones. Las calderas necesitan un mantenimiento oficial cada 5 años, en la que se comprueben que las tuberías, las llaves, los radiadores o las gomas estén en perfecto estado. Algo que debemos tener siempre guardado es el manual de instrucciones, por si en cualquier momento necesitamos usarlo. Si notas algo poco usual en su funcionamiento, ponte en contacto lo antes posible con el servicio técnico para que la revisen lo antes posible.
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¿A qué temperatura debe estar?

Gracias al termostato podemos programar el encendido y el apagado de la caldera, además de fijar la temperatura a la que queremos tener nuestro hogar.

Hay algo que debemos tener en cuenta, y es que no se deben fijar temperaturas demasiado altas para que así el sistema de calefacción funcione mejor y no sufra ningún problema. Si sometemos a la caldera a cambios muy bruscos de temperatura, estaremos forzándola, por lo que tiene que trabajar mucho más. Esto derivará en que podamos reducir su vida útil.

A la hora de elegir la temperatura, la mejor opción es que sea una media y que siempre se mantenga en esa. La temperatura que puede mantenerse a lo largo de todo el día es de unos 21 grados y, durante la noche, se podría reducir a los 13 grados sin que tenga por qué notarse el frío.

¿Cómo comprobar que el modo invierno de la caldera funciona?

Para comprobar que la caldera funciona correctamente puedes seguir los siguientes pasos:

  1. Pon el modo fiesta hasta que la pantalla parpadee, ajusta la temperatura a 35 grados y confirma.
  2. Ajusta el termostato de la habitación al máximo.
  3. Aumenta la temperatura para comprobar que los radiadores se calientan correctamente.
  4. Para finalizar, pulsa varias veces la tecla fiesta y tu calefacción estará lista para su funcionamiento.