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¿Cuáles son los combustibles del futuro?

Descubre los combustibles del futuro que podrían reemplazar los fósiles, reducir emisiones y transformar la matriz energética mundial.

¿Qué son los nuevos combustibles?

Los «nuevos combustibles» se refieren a una variedad de fuentes de energía y tecnologías emergentes que buscan reemplazar o complementar los combustibles fósiles tradicionales como el petróleo, el carbón y el gas natural. 

Estos nuevos combustibles tienen como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la sostenibilidad y diversificar la matriz energética. Algunos ejemplos de nuevos combustibles incluyen:

  • Biocombustibles: producidos a partir de biomasa, que incluye plantas, residuos agrícolas y forestales, y microorganismos. Los biocombustibles pueden ser líquidos (como el etanol y el biodiésel) o gaseosos (como el biogás).
  • Hidrógeno: un combustible limpio y versátil que puede ser producido a partir de diversas fuentes, incluyendo el agua, y utilizado en una amplia gama de aplicaciones, como la generación de electricidad y el transporte.
  • Combustibles sintéticos: creados a partir de procesos químicos o biológicos que convierten materias primas como el CO2, el agua o la biomasa en combustibles líquidos o gaseosos. Estos combustibles pueden ser utilizados en motores de combustión interna o en células de combustible.
  • Energía nuclear avanzada: nuevas tecnologías de reactores nucleares, como los reactores de sales fundidas y los reactores modulares pequeños, que tienen el potencial de ofrecer una generación de energía más segura, eficiente y sostenible en comparación con los reactores nucleares convencionales.
  • Celdas de combustible: dispositivos electroquímicos que convierten la energía química de un combustible (como el hidrógeno) y un oxidante (como el oxígeno del aire) directamente en electricidad, con agua y calor como subproductos. Las celdas de combustible pueden ser utilizadas en una variedad de aplicaciones, desde vehículos hasta sistemas de energía estacionaria.

Estos nuevos combustibles y tecnologías están en diferentes etapas de desarrollo y adopción, pero todos tienen el potencial de contribuir a una matriz energética más limpia y sostenible en el futuro.

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¿Cómo se obtienen?

La obtención de los nuevos combustibles depende del tipo específico de combustible y de la tecnología empleada. A continuación, se describen brevemente algunos métodos de obtención de nuevos combustibles:

Biocombustibles

  • Etanol: se obtiene principalmente a través de la fermentación de azúcares derivados de cultivos ricos en azúcar como la caña de azúcar o el maíz. También puede obtenerse a partir de la biomasa lignocelulósica, como residuos agrícolas y forestales, mediante procesos de hidrólisis y fermentación.
  • Biodiésel: se produce a partir de aceites vegetales o grasas animales mediante un proceso llamado transesterificación, que implica la reacción de estos aceites con un alcohol (generalmente metanol) en presencia de un catalizador.
  • Biogás: se genera a partir de la descomposición anaeróbica de la materia orgánica, como los residuos agrícolas, los desechos animales y los residuos de alimentos, en digestores anaeróbicos.

Hidrógeno

  • Electrólisis: el hidrógeno se puede obtener a partir del agua mediante la electrólisis, un proceso que utiliza electricidad para dividir las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno.
  • Reformado de gas natural: el hidrógeno también se puede producir a partir de gas natural mediante un proceso llamado reformado con vapor, en el cual el metano reacciona con vapor de agua a alta temperatura y presión.

Combustibles sintéticos

  • Captura y utilización de carbono (CCU): implica capturar CO2 de fuentes de emisión o del aire y utilizarlo como materia prima para producir combustibles sintéticos a través de procesos químicos o biológicos, como la electroreducción, la hidrogenación o la fotosíntesis artificial.
  • Gasificación de biomasa: la biomasa se convierte en un gas de síntesis (mezcla de CO y H2) a través de la gasificación, que luego se puede utilizar para producir combustibles líquidos o gaseosos mediante procesos de síntesis, como la síntesis de Fischer-Tropsch.
  • Energía nuclear avanzada: la obtención de energía a partir de tecnologías nucleares avanzadas, como los reactores de sales fundidas y los reactores modulares pequeños, implica la utilización de materiales nucleares como el uranio, el plutonio o el torio como combustible. Estos reactores utilizan diferentes configuraciones y ciclos de combustible en comparación con los reactores nucleares convencionales para mejorar la eficiencia y la seguridad.
  • Celdas de combustible: aunque las celdas de combustible en sí no son un «combustible», utilizan combustibles como el hidrógeno, el metanol o el gas natural para generar electricidad de manera eficiente y con bajas emisiones. La obtención de estos combustibles sigue los métodos mencionados anteriormente.

Cabe destacar que el desarrollo y la implementación de nuevos combustibles y tecnologías asociadas pueden enfrentar desafíos técnicos, económicos y regulatorios, y su viabilidad a largo plazo dependerá de la evolución de estas condiciones.

Ventajas de los combustibles del futuro

Los combustibles del futuro, también conocidos como nuevos combustibles o combustibles alternativos, ofrecen una serie de ventajas en comparación con los combustibles fósiles tradicionales:

  • Reducción de emisiones: Los nuevos combustibles pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes atmosféricos, lo que contribuye a combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire.
  • Sostenibilidad: Los nuevos combustibles, como los biocombustibles y los combustibles sintéticos, pueden provenir de fuentes renovables y sostenibles, lo que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y promueve la seguridad energética.
  • Diversificación energética: La adopción de una variedad de nuevos combustibles puede diversificar la matriz energética, lo que puede aumentar la resiliencia frente a fluctuaciones en los precios de los combustibles y reducir la dependencia de las importaciones de energía.
  • Innovación tecnológica: El desarrollo y la adopción de nuevos combustibles impulsan la innovación en tecnologías de producción y almacenamiento de energía, así como en sistemas de transporte y generación de electricidad.
  • Desarrollo económico: La inversión en nuevos combustibles y tecnologías asociadas puede impulsar el crecimiento económico, la creación de empleo y el desarrollo de nuevas industrias.

¿En qué sectores pueden utilizarse?

Los nuevos combustibles pueden utilizarse en una amplia gama de sectores, incluyendo los siguientes:

Transporte

  • Vehículos de pasajeros: automóviles, camionetas y motocicletas que utilizan biocombustibles, hidrógeno, electricidad o combustibles sintéticos.
  • Transporte público: autobuses y trenes que funcionan con biocombustibles, hidrógeno, electricidad o celdas de combustible.
  • Transporte de mercancías: camiones, trenes y barcos que utilizan biocombustibles, hidrógeno o combustibles sintéticos.
  • Aviación: aviones que utilizan biocombustibles de aviación sostenibles o combustibles sintéticos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Generación de energía eléctrica

  • Centrales eléctricas que utilizan biogás, biomasa, hidrógeno o energía nuclear avanzada para generar electricidad.
  • Sistemas de almacenamiento de energía que utilizan hidrógeno o celdas de combustible para almacenar y liberar electricidad.

Industria

  • Procesos industriales que requieren calor, como la producción de acero, cemento y productos químicos, pueden utilizar biogás, hidrógeno o biomasa en lugar de combustibles fósiles.
  • Procesos químicos y de refinación que utilizan hidrógeno, biogás o combustibles sintéticos como materia prima o fuente de energía.

Calefacción y refrigeración

Sistemas de calefacción y refrigeración residenciales, comerciales e industriales que utilizan biogás, biomasa, hidrógeno o sistemas de celdas de combustible para proporcionar calor o frío.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo los nuevos combustibles pueden utilizarse en diversos sectores para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. 

A medida que las tecnologías de nuevos combustibles continúen avanzando y se vuelvan más accesibles, es probable que su adopción se expanda a otros sectores y aplicaciones.