Cómo ahorrar gas: los mejores consejos

Cuando comienza la época de invierno, es importante ahorrar lo máximo posible para que las facturas de gas no sean muy altas.

¿Qué es lo que más gas consume?

Con la llegada del invierno se pueden llegar a poner en marcha muchos electrodomésticos, entre ellos la calefacción o las estufas portátiles. El problema de estos aparatos es que tendemos a tenerlos encendidos la mayor parte del día.

En la actualidad, una vivienda puede funcionar mediante electricidad o mediante gas natural. Por lo general, las que se ponen en marcha con la segunda opción, siempre ahorran un poco más que con electricidad. Algunos electrodomésticos que harán que la factura del gas se vea incrementada podrían ser:

  1. El frigorífico. Supone un 18,9% del consumo de la factura
  2. El televisor. Gasta hasta un 7,5% a final de mes.
  3. La lavadora. Esta es muy similar al televisor, un 7,3%.
  4. El horno. Debido a que aumenta la temperatura en breve tiempo, llega a consumir un 5,1%.
  5. El ordenador. Los ordenadores de mesa consumen más que los portátiles, un 4,6%.
  6. La secadora.  

Algunos consejos para ahorrar a la hora de utilizar estos electrodomésticos son:

  1. Frigorífico. Situarlo lejos del sol y con ventilación trasera, que tenga una temperatura entre los los 3 y 5ºC, limpiarlo por detrás por lo menos una vez al año, evitar que se le acumule escarcha no meter alimentos calientes y elegir un frigorífico con etiqueta A+++.
  2. Televisión. Comprar un televisor con una pantalla led, apagarlo cuando no se vaya a utilizar más, y no ponerlo en modo reposo.
  3. Lavadora. Usarla con programas de bajas temperaturas, utilizar programas eco, no programarla cuando esté casi vacía y comprar una que sea termo eficiente para que así pueda calentar el agua en menos tiempo.
  4. Horno. No abrirlo cuando esté en marcha, apagarlo para que los alimentos se terminen de hacer con el calor residual, si lo vas a utilizar más de una hora, no poner el precalentado y cuando se pueda, usar mejor el microondas, que ahorra mucha más energía.
  5. Ordenador. Comprar un ordenador con pantalla plana y apagarlo cuando no se esté utilizando, evitar siempre el reposo.
  6. Secadora. Utilizarla de manera excepcional, centrifugar siempre la ropa en la lavadora antes de echarla a la secadora, comprar una que tenga programas de enfriamiento progresivo y tecnología con bomba de calor o gas.

Por lo general, cualquier electrodoméstico que produzca calor, siempre consumirá más que los demás.

¿Cómo podemos ahorrar en la factura del gas?

El primer paso para poder ahorrar en la factura del gas es elegir la tarifa que más se ajuste a tus necesidades. Existen varios tipos de tarifas de gas, pero las más habituales para consumo doméstico son las siguientes:

  • La RL.1 pensada para consumos de hasta 5.000 kWh al año. Esta tarifa es para viviendas que tengan calentador y cocina de gas.
  • La RL.2 engloba intervalos entre los 5.000 y 15.000 kWh anuales. Esta es para hogares pequeños o medianos en los que la calefacción es una instalación individual de gas
  • La RL.3 para consumos entre 15.000 y 50.000 kWh. Está pensada para hogares con consumo muy alto que tengan el agua y calefacción con gas o para profesionales.

Otro factor que hay que tener en cuenta para poder ahorrar en la factura del gas es el tipo de vivienda en la que te encuentres y sus características. Las que disponen de una ventana doble o nuevas tendrán un mayor aislamiento del exterior. El tipo de radiadores que se utilicen y la antigüedad del sistema de gas son también importantes, pues por lo general los sistemas antiguos son menos eficientes. Por otro lado, si en la vivienda hay techos altos, se podrían reducir y también aislar los huecos de las escaleras de las plantas superiores para evitar que se pierda calor.

Algunos consejos básicos para ahorrar en la factura del gas serían:

  1. Cerciorarse de un correcto aislamiento de las puertas y las ventanas.
  2. La presencia de un termostato inteligente.
  3. Ajustar la temperatura del calentador.
  4. Conseguir el contrato perfecto en relación calidad-precio.
  5. Usa la ducha en vez de la bañera.
  6. Utiliza ropa que abrigue en casa para evitar estar cambiando la temperatura del termostato.
  7. En momentos puntuales en los que no está en funcionamiento la calefacción central, utiliza una estufa eléctrica portátil.
  8. Reutiliza el calor que generas.
  9. Cuando haya horas de sol, aprovéchalas y abre bien todas las persianas para conseguir que entre el sol y caliente las habitaciones de tu hogar.
  10. Una vez al año, antes de ponerlos en funcionamiento, revisa que todos los radiadores funcionan correctamente.
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Vigilar la temperatura de la calefacción

Para conseguir que en la casa haya un ambiente acogedor, mantén siempre la temperatura de tu hogar a 20ºC. Si durante algunas horas la vivienda se va a quedar sola, puedes reducir la temperatura a unos 13ºC para que se mantenga agradable, pero no gaste igual y por la noche, a la hora de dormir, se puede volver a bajar a los 15 o 16ºC. Otra opción que se puede tener en cuenta es programar la calefacción para que un rato antes de levantarse la temperatura del hogar vuelva a ser algo más elevada.

Uso y mantenimiento adecuado de los radiadores

Antes de poner en marcha los radiadores, es conveniente realizar una revisión para saber que funcionan de manera correcta todo el sistema interno. También se debe realizar una purga para así conseguir que todos los radiadores se calienten de forma homogénea y llegado el caso, ajustar los detentores de cada radiador hasta conseguir que haya un equilibrio de calor entre todos ellos. 

Ajustar la temperatura del calentador

Para conseguir ahorrar, lo mejor sería que la temperatura del calentador fuera de 45 grados. Otra forma de que este ahorro sea mayor es tener un grifo que diferencie entre agua fría y agua caliente.

Aislamiento de la vivienda

La clave del ahorro comienza aquí, en el aislamiento de la vivienda. Este aislamiento nos servirá tanto para el verano como para el invierno, evitando que se desperdicie aire frío o la calefacción y haciendo que no notemos apenas que se está utilizando. Lo mejor es tener ventanas de doble acristalamiento y puertas grandes que aíslen al máximo.

Revisiones periódicas de la instalación

El mejor momento para realizar las revisiones es un mes o dos antes, así, si existe algún tipo de problema, no se quedarán sin calefacción en época de frío. Que un técnico vaya una vez al año, como mínimo, y revise todo el sistema interno de la caldera y la calefacción evitará que haya problemas imperceptibles y que haga que la factura a final de mes se vea incrementada.