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¿Cómo funciona una caldera de gas?

Descubre cómo tu caldera de gas genera calor de manera eficiente y segura para tu hogar. ¡Aprenderás su funcionamiento paso a paso!

Componentes de una caldera de gas

Las calderas de gas son dispositivos esenciales en muchos hogares y edificios, proporcionando calefacción y, en algunos casos, agua caliente. Y estas, se componen de lo siguiente:

  • Quemador: Es el corazón de la caldera. Aquí es donde el gas es encendido y quemado, generando el calor necesario.
  • Intercambiador de calor: Una vez que el gas es quemado en el quemador, el calor generado se transfiere al agua que circula a través del intercambiador de calor. Es básicamente como una gran tetera que calienta el agua que luego va a tus radiadores o grifos.
  • Válvula de gas: Regula la cantidad de gas que entra en el quemador. Asegura que siempre haya una mezcla correcta de aire y gas para una combustión eficiente.
  • Ventilador: Ayuda a eliminar los gases de combustión (como el dióxido de carbono) que se producen cuando se quema el gas. Estos gases son expulsados al exterior a través del tubo de escape o chimenea.
  • Válvula de tres vías: En calderas que proporcionan tanto calefacción como agua caliente, esta válvula decide si el agua caliente va a los radiadores o al grifo.
  • Expansión de vaso: Como el agua se expande cuando se calienta, este componente ofrece un lugar para que el exceso de agua vaya y evita que el sistema se sobrepresione.
  • Termostato: Este es el cerebro de tu sistema de calefacción. Le dice a la caldera cuándo encenderse y apagarse según la temperatura que desees en tu hogar.
  • Bomba: Impulsa el agua caliente a través de tus radiadores y luego de vuelta a la caldera para ser recalentada.
  • Tubo de escape o chimenea: Conduce los gases de combustión desde la caldera al exterior.
  • Sistema de seguridad: Incluye diferentes sensores y dispositivos que monitorean cosas como la presión del agua, la temperatura y la presencia de cualquier fuga de gas. Si algo no funciona correctamente, el sistema de seguridad apagará automáticamente la caldera.
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Conceptos básicos en el funcionamiento de una caldera de gas: ¡Que no se te escape ni uno!

Combustible

El combustible primario para estas calderas es el gas, que puede ser natural o licuado (butano o propano). El gas es más limpio y eficiente que otros combustibles fósiles, lo que lo hace muy popular para uso doméstico.

Quemador

Es el lugar donde se produce la combustión del gas. El quemador libera el calor necesario para calentar el agua que circula por la caldera.

Intercambiador de calor

Es una especie de «radiador» por donde circula el agua. El calor producido por el quemador pasa a través del intercambiador de calor, transfiriendo su energía al agua.

Válvula de tres vías

Es una pieza que dirige el agua caliente hacia los radiadores de calefacción o hacia el circuito de agua caliente sanitaria, dependiendo de lo que necesitemos en ese momento.

Expansión

Debido al aumento de temperatura, el agua se expande. Por eso, las calderas cuentan con un vaso de expansión, que es un compartimento donde el agua puede expandirse sin aumentar la presión del sistema.

Termostato

Este es un dispositivo que regula la temperatura de la caldera. Se configura para mantener una temperatura específica. 

Cuando el agua alcanza esa temperatura, el termostato detiene la combustión. Y cuando baja, reinicia el proceso.

Ventilación

Las calderas de gas necesitan un suministro constante de oxígeno para que la combustión sea eficiente. También necesitan expulsar los gases producidos por la combustión. Por eso, es esencial tener un buen sistema de ventilación.

Seguridad

Las calderas modernas cuentan con múltiples sistemas de seguridad. Por ejemplo, si detectan una fuga de gas, una falta de oxígeno o cualquier otro problema, se apagarán automáticamente para prevenir accidentes.

Eficiencia

Con el paso de los años, las calderas de gas se han vuelto más eficientes, lo que significa que convierten una mayor proporción del gas en calor, reduciendo el consumo y, por tanto, el gasto.

Mantenimiento

Como cualquier equipo, las calderas de gas necesitan mantenimiento regular para asegurar su buen funcionamiento, prolongar su vida útil y evitar accidentes. Es recomendable hacer revisiones anuales.

Tipos de calderas de gas

Para empezar, tenemos las calderas de condensación, las cuales son bastante avanzadas y se caracterizan por aprovechar el calor de los gases de combustión que, en otros modelos, se perdería. El resultado es un dispositivo más eficiente, que permite un ahorro de energía y emite menos CO2. Si buscas una opción amigable con el medio ambiente y que, a la larga, sea económica, esta podría ser tu elección.

Ahora, si la seguridad es tu principal preocupación, las calderas estancas son ideales. Estas calderas toman el aire del exterior para la combustión y expulsan los gases de la misma manera, evitando así cualquier riesgo de mezclar gases peligrosos con el aire interior. Estos modelos han ganado popularidad porque eliminan prácticamente el riesgo de intoxicaciones por monóxido de carbono.

Pero si hablamos de modelos más sencillos, encontramos las calderas atmosféricas. Estas aprovechan el aire del lugar donde están instaladas para la combustión. Aunque su instalación puede ser más directa y económica, es importante mencionar que, en muchos lugares, se han prohibido debido a sus posibles riesgos y menor eficiencia en comparación con las calderas de condensación.

En la búsqueda de soluciones ecológicas, las calderas de Bajo NOx se presentan como una opción. Están diseñadas específicamente para emitir una menor cantidad de óxidos de nitrógeno, que son gases perjudiciales para nuestro ambiente. Son una excelente alternativa si buscas cuidar el planeta pero no estás listo para una caldera de condensación.

Y por último, pero no menos interesante, están las calderas de micro-cogeneración. Estas son verdaderamente innovadoras porque, además de brindar calor, tienen la capacidad de generar electricidad. Imagina aprovechar el gas no solo para calentar tu hogar sino también para iluminarlo. Es una opción ideal si estás pensando en maximizar la eficiencia energética en espacios grandes.

Ventajas de las calderas de gas: ¿son tan buenas como dicen?

Las calderas de gas son una opción muy popular para calentar hogares y agua en muchas partes del mundo. Pero ¿por qué? ¡Descubrámoslo!

  • Eficiencia energética: Las calderas de gas modernas son muy eficientes. Esto significa que aprovechan una gran proporción del gas que consumen para generar calor, lo que puede traducirse en ahorros en tu factura de gas.
  • Calentamiento rápido: Una de las grandes ventajas es que calientan el agua y los espacios de forma rápida. Esto te permite disfrutar de un hogar cálido y acogedor en poco tiempo.
  • Tamaño compacto: Las calderas de gas suelen ser más compactas en comparación con otros sistemas de calefacción. Esto las hace ideales para hogares con espacio limitado.
  • Fácil instalación y mantenimiento: Muchos modelos son fáciles de instalar y no requieren de un mantenimiento muy complicado, aunque es esencial llevar a cabo revisiones periódicas para garantizar su buen funcionamiento y seguridad.
  • Menos emisiones contaminantes: Comparadas con las calderas de combustibles sólidos, las de gas emiten menos partículas y otros contaminantes. Además, el gas natural es una de las fuentes de energía fósil más limpia.
  • Control preciso: Las calderas de gas modernas ofrecen controles precisos que te permiten ajustar la temperatura a tu gusto y necesidad, garantizando así una calefacción óptima.
  • Menor ruido: A diferencia de otros sistemas de calefacción, las calderas de gas suelen ser más silenciosas en su funcionamiento.
  • Larga vida útil: Con el mantenimiento adecuado, una caldera de gas puede durar muchos años, lo que representa una inversión a largo plazo para tu hogar.
  • Costos operativos más bajos: Aunque el precio del gas puede variar, en general, usar gas natural suele ser más económico que otros combustibles, especialmente si consideramos su eficiencia.
  • Seguridad: Las calderas de gas modernas cuentan con múltiples sistemas de seguridad para evitar fugas de gas y otros problemas potenciales. Aun así, es vital realizar inspecciones regulares y tener detectores de monóxido de carbono en casa.