Freno motor: ¿Cómo funciona y por qué es importante?
Qué es el freno motor
Llamamos freno motor a la técnica para reducir la velocidad del coche utilizando la caja de cambios sin pisar el freno. Básicamente, consiste en reducir la marcha del vehículo para que la presión de la caja de cambios sea mayor que la velocidad y así baje. Además, esta fricción permite controlar la velocidad más fácilmente ante la inercia, siendo útil en descensos con mucha pendiente y muy prolongados.
Esta técnica solo funciona en vehículos con transmisión manual, donde el usuario tiene el control total de la caja de cambios. En los vehículos automáticos, no se aplica, aunque se puede utilizar el programa L (bajo) para tener un pequeño efecto, sin llegar nunca a los niveles de los vehículos manuales.
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Cómo funciona el freno motor
El funcionamiento del freno motor se basa en la física y la disipación de energía. Al descender de marcha, se produce una fuerza opuesta al movimiento de avance, la cual es mayor a la velocidad de circulación del coche. Eso hace que la energía se disipe y que la velocidad baje sin pisar el freno al bajar las marchas.
Para utilizar esta técnica, hay que soltar el pedal del acelerador hasta ajustar las revoluciones al nivel deseado. Entonces, pisas el embrague y cambias de marcha, soltando el embrague. Ahí notarás cómo el coche pierde velocidad por sí mismo, sin tener que usar el freno. Es importante ajustar las revoluciones y utilizar la marcha adecuada, porque si no se produciría un frenado demasiado brusco o sería inexistente.
De hecho, reducir de marcha de manera muy brusca, es decir, con el motor muy revolucionado, traería problemas al mismo. Al superar el rango de revoluciones que soporta, podría romperse. Además, se producirá un mayor desgaste del embrague, una de las piezas más caras de sustituir en un vehículo.
Finalmente, hay que tener en cuenta que el freno motor no enciende las luces de freno, así que puede sorprender al coche que va detrás. Muchas veces, se recomienda dar un pequeño toque al freno para que se enciendan las luces y que el de atrás vea que estás reduciendo la velocidad. De todos modos, si lo haces bien y no de manera repentina, no deberías tener problemas.
Por qué debes usar el freno motor
Utilizar el freno motor tiene algunas ventajas con respecto al freno convencional. Si se usa bien, las pastillas y discos de freno duran más. Abusar del freno estándar hace que se desgaste por la fricción. En cambio, usar el freno motor te ayudará a reducir el desgaste de las pastillas. La clave es combinar el uso de ambos y tratar de utilizar el estándar lo mínimo posible.
Otra ventaja es el ahorro de combustible. La razón es que muchos coches de la actualidad detienen la inyección de combustible al no pisar el acelerador. Si esta técnica se hace bien, se gastará menos que con el método tradicional de frenar.
Por otro lado, usarlo correctamente te permite circular de manera más segura. Por ejemplo, en frenadas de emergencia, el instinto nos hace pisar el freno y nada más, incluso pisando el embrague. Esto aumenta innecesariamente la distancia de frenado. Es mejor utilizar el freno convencional a la vez que se van reduciendo las marchas con el freno motor, teniendo así una frenada más segura y rápida. La única excepción es en frenadas muy bruscas, donde la falta de tiempo hace que sea mejor pisar el freno de servicio y el embrague para que el motor no se cale, ya que, si eso ocurre, el sistema ABS dejaría de funcionar.
Cuándo es mejor usar el freno motor antes que el freno convencional
El freno motor siempre es una buena forma de ahorrar combustible y evitar desgastar los frenos. Además, hay situaciones donde su uso va más allá y está recomendado como alternativa para conducir de forma más segura:
- Descensos muy prolongados: cuando conduces cuesta abajo, el coche se impulsa él solo gracias a la fuerza de la gravedad. Ir en una marcha demasiado larga hará que el coche coja más velocidad y tengas que frenar más y de forma más brusca, con riesgo de derrapar. Para evitarlo, conduce en una marcha más baja, que permite mantener el vehículo en una velocidad inferior y evitará que se acelere tanto por la inercia gracias al freno motor. Además, ahorrarás frenos y conducirás de una forma más suave, sin que el freno se sobrecaliente o deje de funcionar.
- Conducción en carreteras heladas: conducir con hielo es peligroso, pues la carretera está helada y los neumáticos pierden agarre. En este caso, frenar puede provocar sobreviraje, con el riesgo que supone para la seguridad. Para evitarlo, conduce en una marcha más baja, que hará que puedas llevar una velocidad moderada, sin que las ruedas se bloqueen y no haya derrapes.
- Conducción por ciudad: en ciudades, es muy común tener que parar el vehículo en semáforos, stops e intersecciones. Además, la presencia de peatones y ciclistas hace que tengamos que extremar la precaución al circular. Utilizando la caja de cambios correctamente, evitarás que el coche se acelere demasiado y se reducirá la distancia de frenado ante una emergencia. Asimismo, la parada en un semáforo o retención será más natural.