¿Cómo funciona el sistema de lubricación de un motor?

El sistema de lubricación es fundamental para garantizar un buen funcionamiento del motor. Te contamos qué es y cómo funciona.

¿Qué es el sistema de lubricación de un motor?

El sistema de lubricación del motor se puede definir como el mecanismo que se encarga de distribuir el aceite a cada una de las partes móviles que se encuentran dentro del motor. Este tiene el objetivo de disminuir la fricción que existe entre las superficies. Gracias al sistema de lubricación, el motor puede funcionar mejor durante más años, y en el caso de que se produjera algún fallo, el motor terminaría por sucumbir al sobrecalentamiento y, por lo tanto, se estropearía mucho antes.

En cuanto a los beneficios que proporciona la distribución del aceite por el motor, podemos destacar la disminución de la fricción, la minimización de la pérdida de potencia y el menor desgaste de las piezas móviles. Sin embargo, sus ventajas no se quedan ahí. También realiza una limpieza interna del motor, contribuye a tener menos costes en reparaciones o repuestos y ayuda a los anillos del pistón a sellarse contra los gases de alta presión en el cilindro. Sin olvidarnos tampoco de que proporciona un efecto de enfriamiento.

Partes del sistema de lubricación del vehículo

El aceite es el elemento más importante de todo el sistema de lubricación y, como hemos comentado, su fin principal es mantener todo en movimiento. En cuanto a los componentes más relevantes de este sistema, podemos destacar los siguientes:

  • Bandeja de aceite: contiene el aceite necesario para el sistema y sirve como medio para drenar tal elemento.
  • Bomba de aceite: aporta una cantidad y suministro continuo de aceite para proporcionar la lubricación idónea a todo el motor. Dicha bomba es impulsada por el cigüeñal, el árbol de levas, el distribuidor o la correa de distribución.
  • Regulador de presión: se encuentra dentro de la bomba de aceite. Este se encarga de liberar el exceso de presión a través de un resorte y una válvula de retención.
  • Filtro de aceite: tiene como función la eliminación del polvo, la suciedad, el lodo y el agua. Todo ello, siempre antes de que llegue a las piezas del motor.
  • Tubo de recogida: componente que se encarga de recoger el aceite de la bandeja. Su objetivo es que se dé comienzo al proceso de lubricación.
  • Luz o indicador de presión del aceite: sirve para avisar de cualquier problema de presión de aceite.
  • Enfriador de aceite: parte encargada de enfriar el aceite del motor para disminuir la oxidación.
¡Ahorra tiempo y dinero!

Waylet es la app gratuita de pago y fidelización móvil que te ofrece los mejores descuentos y promociones. ¡Descarga ya la app y comienza a ahorrar!

Funcionamiento del sistema de lubricación

En lo que se refiere al sistema y su funcionamiento, todo comienza cuando el aceite es absorbido por el tubo de recogida gracias a la bomba. La bomba de aceite está ubicada en la parte inferior del motor y es la que se encarga de extraer el aceite para dirigirlo al filtro con el objetivo de acabar con cualquier tipo de contaminante. Tras esto, el aceite es dirigido hacia los cojinetes principales y al medidor de presión.

Ya en los cojinetes principales, el aceite se dirige a los conductos perforados en el cigüeñal, donde se dispersa y produce la lubricación de las paredes del cilindro, los cojinetes de los pistones y otras partes del motor. Llegados a este punto, cualquier exceso de aceite regresa a la bandeja de aceite y, tras ello, comienza de nuevo todo el ciclo. Además, el enfriador del aceite transfiere todo el calor producido hacia el refrigerante.

¿Cuáles son las fallas del sistema de lubricación más comunes?

En primer lugar, se puede nombrar el consumo excesivo de aceite como una de estas fallas. De manera general, se puede decir que, en un motor nuevo, el consumo de aceite inicialmente es relativamente alto, disminuyendo de manera gradual en el curso del ablandamiento hasta que, acabado, la curva de consumo se muestra más o menos constante. Ya en ese punto, el consumo se mantiene así bastante tiempo hasta que, debido a los desgastes de cilindros, anillos de segmento y pistones, y por la consiguiente formación de depósitos, el consumo de aceite aumenta nuevamente. Es ahí cuando hay que equilibrarlo.

El desgaste excesivo de las piezas es otro de los problemas que suele tener este sistema. Es necesario reconocer que es sumamente complicado evitar el desgaste de estos elementos y que la única solución real es retrasarlo lo máximo posible. En último lugar, el cambio en la presión del aceite suele ser otro de los problemas para el funcionamiento del sistema de lubricación. En este caso, la viscosidad es la única propiedad del aceite que puede afectar a la presión del aceite. Sin embargo, posee poco efecto en su presión cuando el motor se encuentra en buenas condiciones. Por el contrario, si la presión responde a las variaciones en los grados SAE, significará que el motor requiere atención en su parte mecánica.

Cómo cuidar el sistema de lubricación del motor

Para que tu motor tenga una mejor vida útil, el sistema de lubricación tiene que funcionar plenamente. Por eso, es muy recomendable estar pendiente de él y cuidarlo. Estos son los aspectos principales que debes tener en cuenta:

  • Debes cambiar el aceite de manera regular, pero siempre cuando este aún se encuentre caliente. En el caso de que el motor esté frío, las partículas de suciedad y agua tienen tiempo suficiente para adherirse a ciertas partes del motor y, cuando se drene el aceite, estas lograrían permanecer en el motor. Por el contrario, si el aceite aún está caliente, las partículas podrán permanecer suspendidas y, por lo tanto, serán expulsadas cuando se drene el aceite.
  • Utiliza el aceite que venga recomendado dentro del manual del vehículo. Y, de todas maneras, es aconsejable que te asegures de que este tenga la viscosidad y resistencia suficiente.
  • Haz uso de aceites sintéticos para automóviles de alta gama.·        Revisa de manera regular la parte baja de tu coche para comprobar si hay manchas de aceite en el suelo. En el caso de que las haya, esto podría indicar un signo de pérdida de aceite, por lo que deberías dirigirte de inmediato a un taller para que vean lo que está ocurriendo.