Caldera de condensación: ¿Cómo funcionan?
¿Qué es una caldera de condensación?
Las calderas de condensación son equipos que funcionan con el suministro de un combustible y que se caracterizan por su alto rendimiento, gracias a que, en el proceso de combustión, los gases no se expulsan, sino que generan energía en forma de calor, que es aprovechada para calentar el agua del sistema y minimizar el consumo de energía.
Este tipo de calderas funcionan con diversos combustibles, sin embargo, las de gas natural son las más utilizadas en la mayoría de las zonas donde existe este suministro, sobre todo tras la prohibición del modelo anterior, la caldera estanca.
Tipos de calderas de condensación
No todas las calderas de condensación son iguales y por ende, tampoco tienen el mismo nivel de consumo. Por esta razón, es recomendable que antes de decidirte por alguna, conozcas todas las opciones disponibles, sobre todo si buscas eficiencia y bajo consumo.
Calderas de condensación de gas natural y propano
Cuando hablamos de sistemas de calefacción para viviendas, las calderas juegan un papel fundamental, y más aún si queremos utilizar el gas como combustible. Bien sabemos que las calderas de condensación funcionan tanto con gas natural como con propano, sin embargo, hay elementos característicos que las diferencia.
Las calderas de condensación que usan propano como combustible, deben contar con un depósito para este. En este mismo espacio, se genera el proceso de combustión que emite la energía para generar calor, el cual es transferido al agua que circula a través de los radiadores.
Aunque el gas propano tiene un poder calorífico más elevado que el del gas natural, es decir, que es capaz de producir calor en menos tiempo y con menos consumo de combustible, tiene una particularidad, y es que no tiene un sistema de suministro continuo, así que debes comprar a granel o requerir del llenado del depósito constantemente.
Por el contrario, las calderas de condensación de gas natural no requieren de un espacio para almacenar el combustible, pues utilizan el sistema continuo. Este elemento junto a otros factores las convierten en las más eficientes del mercado, además de que son de bajo consumo.
Calderas de condensación de gasoil
El gasoil también es una alternativa entre los combustibles utilizados para utilizar calefacción o calentadores de agua. Por lo general, es utilizado en zonas apartadas o donde no haya sido instalado el circuito de suministro de gas natural.
Al igual que el propano, es necesario disponer de un espacio para almacenarlo y por esta razón, son utilizados para viviendas independientes que cuenten además con espacio suficiente para albergar un depósito.
Este tipo de calderas no son amigables con el medio ambiente, ya que al quemarse el combustible se genera humo contaminante.
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¿Cómo funciona una caldera de condensación?
Las calderas de condensación se caracterizan por ser altamente eficientes, ya que en su sistema se aprovecha tanto el calor del proceso de combustión, como la condensación del mismo.
De esta manera, el calor emanado por el vapor se utiliza para precalentar el agua que entra al circuito de la caldera, disminuyendo así la cantidad de energía que la caldera debe invertir para poder calentarla. Esto se traduce en una mejora en la eficiencia energética y a su vez un consumo menor de combustible.
Normativa de la salida de humos de una caldera de condensación
El Real Decreto de Instalaciones Térmicas en Edificios de abril de 2013, estipula que si requieres la instalación de una caldera en una vivienda, obligatoriamente debe ser una caldera de condensación.
Sin embargo, cuando se trata de la sustitución de una vieja caldera, debe realizarse un estudio previo para determinar el tipo de vivienda y el suministro del combustible que puedes utilizar.
No obstante, dos años después de la promulgación del Real Decreto, entra en vigor una actualización de la normativa europea sobre eficiencia energética que estipula el compromiso del país para reducir las emisiones de CO2.
En este se acuerda, que a partir de ese momento no está permitido fabricar ni introducir en el mercado los equipos generadores de calor, calentadores, calderas o tanques de agua caliente sanitaria que incumplan con la normativa estipulada.
¿Es mejor una caldera de condensación o estanca?
Cuando se trata del consumo de energía eléctrica o gas, son dos los elementos a analizar para elegir entre una caldera de condensación o estanca. Uno de estos, sin lugar a dudas, es la economía familiar o cómo se traduce el consumo de esta energía en la factura, sobre todo cuando nos encontramos en una época de crisis.
Los aspectos ambientales también salen a relucir, considerando que actualmente vivimos en una sociedad cada vez más sensibilizada con este tema. Es por esta razón, que muchas empresas del sector energético se encuentran impulsando el diseño de equipos cada vez más eficientes y que generen menos consumo.
Si hablamos de las calderas estancas es importante mencionar que uno de los elementos que la caracteriza es que la cámara o tanque donde se genera la combustión está sellada al 100% y funciona de forma independiente de la caldera.
El aire necesario para generar el proceso de combustión es cogido del exterior, a través de un tubo que da paso a los gases, permitiendo el funcionamiento de la misma y donde a su vez salen los gases generados. Es considerada una de las calderas más seguras y limpias. Sin embargo, la normativa estipula que para las nuevas edificaciones solo se permite la instalación de calderas de condensación.
Estas últimas funcionan a través de un sistema más novedoso, donde se aprovecha el calor generado para precalentar el agua, lo que se traduce en menos cantidad de gas para su funcionamiento y un impacto positivo en el pago de la factura. Sin embargo, requiere de una mayor inversión por instalación y debes disponer de un canal de desagüe para la eliminación de los condensados.