Líquidos del coche a revisar antes de un viaje
¿Qué líquidos lleva un coche?
Lo cierto es que un vehículo necesita de diferentes líquidos para funcionar de manera adecuada. La mayoría de ellos se usan para lubricar ciertas partes del coche, pero también se pueden utilizar para enfriar algunos elementos o incluso otros poseen una finalidad higiénica. Entre los líquidos del coche, podemos encontrarnos con los siguientes y sus consecuentes funciones:
- Aceite del motor: el aceite tiene como objetivo lubricar y proteger el motor del automóvil, sin olvidarnos de que otra de sus funciones es disminuir el desgaste causado por la fricción de los diferentes elementos. Por otro lado, también ayuda a reducir la cantidad de combustible que se utiliza y, por lo tanto, las emisiones de CO2 y gases contaminantes que este mismo es capaz de generar. En caso de que dicho aceite se encuentre en mal estado y no se cambie, se corre un gran riesgo de daño dentro del motor.
- Líquido de transmisión: este elemento se encarga de lubricar y enfriar el funcionamiento interno de la transmisión. Esto incluye los engranajes, los cojinetes, las bombas, los sellos y las válvulas, entre otras cosas.
- Aceite diferencial: al igual que el líquido anterior, este aceite también se encarga de lubricar y enfriar, pero en este caso lo hace con el funcionamiento interno del diferencial trasero. Por su parte, se incluyen elementos como los engranajes, los rodamientos y los sellos, entre otros.
- Líquido de dirección asistida: este tiene como función lubricar y enfriar la bomba de dirección asistida, las válvulas de nuevo, la caja de engranajes de la dirección, también los sellos y demás componentes.
- Refrigerante del motor: este líquido posee diferentes funciones, entre las que destacan lubricar la bomba de agua, enfriar el motor y absorber el calor generado por el motor para después sacarlo fuera del vehículo a través del radiador.
- Líquido de frenos: este es el encargado de la lubricación de todo el sistema de frenado (válvulas de freno, pistones y sistemas de freno antibloqueo). Además, aporta la presión hidráulica necesaria para que este sistema funcione de manera adecuada.
- Líquido de embrague hidráulico: dicho elemento aporta la presión hidráulica suficiente para poner en marcha y detener el sistema de embrague de la transmisión.
- Líquido limpiaparabrisas: este es conocido por todos y tiene como función proporcionar un método de limpieza para el propio parabrisas y los faros. Uno de sus grandes beneficios es que no se congela.
- Aceite del cambio de marchas: este otro aceite se utiliza para bañar y lubricar los engranajes necesarios para que funcionen de manera correcta, al igual que ocurre con los diferenciales.
- Líquidos para el sistema de anticontaminación: algunos de estos son elementos como el aditivo en los coches equipados con Filtro Antipartículas (FAP) o el Adblue en vehículos con SCR (Catalizador de reducción selectiva). Si alguno de ellos tiene un nivel bajo, provocaría un aumento de los gases contaminantes.
Los 5 líquidos del coche que comprobar antes de un viaje
Habiendo expuesto ya los diferentes líquidos que un vehículo necesita para funcionar de manera correcta y sus distintos fines, te vamos a contar cuáles son los que vas a tener que comprobar sí o sí a la hora de realizar un viaje. Los siguientes elementos son los líquidos imprescindibles que tienes que revisar antes de salir a un trayecto de medio o largo recorrido y también te vamos a decir cómo y cuándo tienes que hacerlo.
Aceite del motor
En este caso, el aceite del motor se debe cambiar cuando lo indica el fabricante, por lo que debes estar atento. Es muy recomendable revisar su nivel con cierta periodicidad para que así no te encuentres con ninguna sorpresa y lo perfecto es realizar esa prueba al menos una vez al mes. Debes tener esto en cuenta si vas a realizar desplazamientos de largo recorrido de manera continuada. En el caso de que el modelo sea antiguo, la mejor opción es que lo revises cada dos semanas.
Por otro lado, además de verificar su nivel, también debes sustituir el aceite cuando indique el propio fabricante, sin olvidarte de sustituir el filtro y consultar el libro de mantenimiento para verificar cuándo se debe cambiar el resto de filtros (habitáculo, aire y combustible). Todo ello es habitual que lo puedas realizar en una estación de servicio o gasolinera ya que allí mismo venden este tipo de producto.
Refrigerante
A la hora de revisar este tipo de líquido, debes tener en cuenta que lo tienes que hacer con bastante frecuencia y, en especial, en cada revisión de mantenimiento. Por último, tanto el aceite como el refrigerante, tienen que ser revisados con el motor en frío. En caso contrario, te expondrías a un gran riesgo.
Como en el caso anterior, es algo que puedes hacer sin ningún tipo de problema dentro de una estación de servicio debido a que comercializan también este producto. Por lo que allí encontrarás un espacio seguro para ello.
Líquido de frenos
Cuando la efectividad y la utilidad del líquido de frenos baja, la distancia de frenado se alarga. Por lo que podemos decir que los frenos son también menos eficientes y, por lo tanto, aumenta la peligrosidad y la posibilidad de tener un accidente. Debido a su importancia, se recomienda revisarlo con frecuencia. Si puedes hacerlo varias veces al año, mucho mejor. Sin embargo, un parámetro que debes cumplir es revisarlo cada 10.000 km.
Por otro lado, el cambio de líquidos de frenos se debe realizar cada dos años o según indique el fabricante. Al igual que en los casos anteriores, se recomienda su revisión con el motor en frío. También te será de mucha utilidad comprobar el manual de mantenimiento del vehículo para certificar la norma del líquido de frenos a utilizar.
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Agua del limpiaparabrisas
Como hemos mencionado anteriormente, este líquido es un líquido comúnmente conocido y, pese a que pueda parecer menos importante, no lo es. El líquido limpiaparabrisas contribuye a tener una mejor visibilidad cuando es necesario, siendo muy útil en los días de lluvia o cuando el cristal está muy sucio y el sol da de frente.
Lo más recomendable en este caso es comprobarlo con frecuencia para que no falte cuando más se necesita. De esta manera, te ahorrarás la escasez en los momentos más inesperados.
Líquido de dirección
Por último, nos encontramos con el líquido de dirección, el cual sólo se debe comprobar en los coches que tienen dirección asistida hidráulica o electrohidráulica. En los vehículos que tienen dirección eléctrica, no es necesaria su comprobación. Debes saber que lo más recomendable es su revisión al menos una vez al año.